Un tabique móvil, por supuesto, es todo lo contrario del clásico tabique fijo de ladrillo o escayola. Pero con las mismas propiedades, en cuanto a estabilidad, aislamiento térmico o acústico que el tabique “de obra”. Es importante no confundirlo con otros sistemas de separación plegables o correderos. Por eso hoy en TABIEXPERT te explicamos qué es un tabique móvil y qué no lo es.

 

Empecemos por el principio: ¿Qué es un tabique?

Acudiendo a la Real Academia Española (RAE), un tabique es una “pared delgada que sirve para separar las piezas de la casa”. Ampliando la búsqueda y consultando pared tropezamos con “obra de albañilería vertical que cierra o limita un espacio”. En arquitectura, los tabiques son uno de los elementos más presentes y usados en división o construcción de interiores para garantizar que el espacio construido se adapte a las funciones asignadas.

Hasta aquí, sencillo, salvo por un par de detalles. El primero: “obra de albañilería”. Efectivamente y, por general, los tabiques han sido tradicionalmente de ladrillos huecos sencillos –a veces de hormigón o placas de mortero aligerado– rematados con yeso por sus caras. Apenas hace unas décadas empezaron a instalarse también de escayola con un relleno aislante de fibra de vidrio.

Independientemente de albañil o escayolista, el tabique siempre quedó encuadrado en nuestro imaginario –y en el de la propia RAE– dentro de la construcción de interiores para “cerrar o limitar un espacio”. Y es aquí cuando precisamente llegamos al segundo detalle. Porque, una vez limitado el espacio y cerrado el tabique por obra de albañilería, el tabique al uso acaba convertido siempre en un elemento fijo. Y no tiene por qué ser así.

 

Del tabique fijo al tabique móvil pasando antes por los paneles plegables o correderas

La edificación en planta libre surgida a inicios del siglo pasado con la aparición de nuevos materiales de construcción permitió hacer desaparecer la función estructural del tabique o pared, permitiendo así su eliminación. Esto permitió que todo tipo de edificaciones con zonas de uso polivalente, como hoteles, centros educativos, salas de convenciones y exposiciones o sedes de empresas, empezaran a construirse como espacios prácticamente diáfanos fácilmente modelables en función de las necesidades.

Para dividir estos espacios abiertos atendiendo a las necesidades de los usuarios, sin perder la flexibilidad y versatilidad que supondría construir un tabique empezaron a incorporarse instalaciones y desarrollos de sistemas plegables, desmontables o correderas. Este sistema consiste: o bien en un sistema de paneles o lamas enlazados con bisagras que se desplazan por una o dos guías –superior o inferior–, al tiempo que se cierran plegándose tipo acordeón; o bien, en uno o varios paneles o lamas anclados cada uno sobre guías que se desplazan horizontalmente hasta quedar apilados todos juntos en un extremo (lo que vienen a ser unas puertas correderas).

Ejemplos de estos sistemas hemos visto habitualmente en hoteles, restaurantes, colegios y fue el usado en las 67 viviendas sociales de Carabanchel, el gran experimento español de vivienda flexible realizado en los primeros años de este siglo. Pero si bien fueron, un modelo o primer paso en la introducción de los tabiques móviles, este sistema de paneles móviles o de puertas plegables no son tabiques.

 

Entonces, ¿qué es un tabique móvil?

Descartado que el tabique sea siempre una obra de albañilería y aparcado en los recuerdos del pasado que tenga que ser un elemento fijo, la clave del tabique es que, además de limitar el espacio, tiene que permitir cerrarlo.

Así, una de las características principales del tabique móvil, además de la flexibilidad y versatilidad que otorga a los espacios diáfanos, es su propiedad de cerramiento, una experiencia de estanqueidad prácticamente idéntica a la de un tabique fijo.

A nivel acústico, en cumplimiento de una estricta normativa, los paneles van recubiertos de membranas acústicas y rellenos de lana mineral. Además, la unión entre los paneles es también especial mediante juntas acústicas de neopreno microporo, que garantizan este sellado acústico.

Por otra parte, un tabique móvil debe garantizar una resistencia suficiente al choque de un cuerpo blando –es decir, el efecto de que apoyemos nuestro cuerpo sobre el tabique móvil– y una presión diferencial de aire entre las dos caras del tabique –lo que se produce cuando se cierra de golpe una puerta, efecto de una corriente–, etc., etc… Para garantizar esta resistencia, los módulos deben estar dotados de bandas magnéticas verticales que permitan la perfecta unión entre ellos, además de por sistemas de inmovilización una vez se encuentran en la posición deseada.

El tabique móvil también debe cumplir, entre otras, exigentes medidas térmicas o de protección al fuego, que lo convierten en mucho más que en un divisor de espacios físicos y/o visuales. Cuando lo que se necesita es una separación absolutamente completa, un panel plegable o corredera no es la solución idónea y lo que se necesita es un tabique móvil. Si tienes alguna duda, en TABIEXPERT estamos para ayudarte. Ponte en contacto con nosotros sin ningún compromiso.