Tabiques móviles en la nueva normalidad pospandémica

La vida, tal y como la teníamos concebida, ha cambiado radicalmente en las últimas semanas. Y, posiblemente, muchos de estos cambios se queden instalados en nuestra nueva cotidianeidad de forma permanente o indefinida. Es lo que se denomina la “nueva normalidad”, el día siguiente a la pandemia del coronavirus, cuya máxima consiste en el distanciamiento social o físico.

Aulas de centros educativos u oficinas de trabajo, por ejemplo, necesitan rediseñarse para minimizar la propagación del virus, por lo que importantes equipos de arquitectos han ido incorporándose a los comités de expertos para anticipar escenarios y que el regreso o, más propiamente dicho, el camino hacia esa “nueva normalidad” sea segura.

Dado que es nuestra salud y nuestro bienestar social lo que está en juego, lo inmediato, por urgente, ha sido continuar apostando por el teletrabajo y retrasar la vuelta a las aulas hasta septiembre, de modo que haya tiempo para encontrar las soluciones de diseño y realizar las adaptaciones necesarias que concilien el deber de distanciamiento físico con la necesidad de interacción social que implican las actividades laborales y educativas.

La arquitectura ha descartado que la solución sea crear mayor aislamiento compartimentando espacios, por ejemplo a través de mamparas separadoras o recurriendo al ladrillo. Al contrario, el distanciamiento físico debe lograrse a través de espacios más abiertos y flexibles y, fundamentalmente, mediante la utilización de materiales antibacterianos que permitan su rápida limpieza y desinfección.

Tabiques móviles, paradigma del distanciamiento físico

Así las cosas, en este oxímoron que supone la “nueva normalidad” los espacios dotados con tabiques móviles parecen destinados a convertirse en el paradigma de diseño para reactivar lugares de trabajo y escuelas.

En espacios educativos, las normalidad regresará antes a aquellos centros dotados de hiperaulas capaces de dividirse, dependiendo de las necesidades concretas y puntuales en dos o tres aulas más pequeñas. Y en las oficinas, por más que muchos agoreros anuncien en estos momentos el final de las oficinas abiertas, primarán los espacios donde pueda equilibrarse el distanciamiento con la colaboración productiva, al modo de como han apostado grandes compañías en los últimos años.

Las mayores innovaciones llegarán, sin duda, con la creciente implementación de tecnologías automáticas sin contacto, como interruptores de luz y ascensores activados por voz. Si Siri ha venido para quedarse en nuestros domicilios, lo normal es que se instale también en los espacios públicos. Mejorarán asimismo los sistemas de ventilación para poder eliminar aire viciado y/o contaminado. Y la gran revolución procederá, como decíamos al principio, de que en todas aquellas soluciones de diseño que faciliten el distanciamiento físico primen los materiales con propiedades antibacterianas, tipo tableros fenólicos HPL.

Paneles acabados con tablero laminado (HPL)

En Tabiexpert Espacios Móviles S.L. incorporamos paneles acabados con tablero laminado (HPL) hace ya algún tiempo, dada la gran variedad de acabados decorativos posibles que admite, pero también por sus propiedades de resistencia al rayado, al desgaste y a los impactos. Pero su gran característica, que lo convierte hoy en una solución para la nueva normalidad pospandémica, es que se trata de una estructura no porosa con propiedades antibacterianas y resistente a las sustancias químicas, de ahí que sea el material que se ha impuesto en hospitales y laboratorios.

Dentro de nuestra Política de Calidad y Gestión Ambiental conforme a ISO 9001 e ISO 14001, los paneles acabados con tablero laminado (HPL) de nuestros tabiques móviles son un plus añadido en nuestros criterios de salud y sostenibilidad. De hecho el tablero laminado (HPL) puntúa en los proyectos públicos apoyados por el Green Public Procurement de la Unión Europea y otorga créditos para la obtención de certificación LEED.

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